Desde DINAMIZA nos hacemos eco del articulo de Dº Jesus Cubero Herranz Director Gerente en Fundación Hospitales Sanitas | Sanidad | Investigación Biomédica | Calidad | Ensayos Clínicos.
Publicaba recientemente un artículo el presidente de AECIC y CEO de APICES, Oscar Salamanca, en el que ponía de manifiesto la evolución imparable de la investigación clínica en nuestro país, y de la necesidad de adaptar paulatinamente la legislación (tanto europea como española) que facilite la puesta en marcha y desarrollo de nuevos proyectos de investigación clínica que mejoren la seguridad de los pacientes y que permitan la puesta en el mercado de nuevos fármacos que nos permitan curar determinadas enfermedades con la menor cantidad de efectos secundarios posibles.
Atisbaba Salamanca que el futuro de la investigación clínica se consolidará sobre la base de la IA y de la correcta gestión de bases de datos. Por un lado, hemos de garantizar la seguridad y adecuada estructuración de dichas bases de datos, que nos permita extraer y compartir la información clínica de los pacientes, manteniendo siempre un estándar de anonimización de los datos. Y por otro lado, el desarrollo de nuevos estudios basados en Datos de Vida Real (#RWD por sus siglas en inglés) nos permitirá acceder a los datos directamente del paciente mediante el uso de dispositivos electrónicos en tiempo real y reduciendo significativamente las posibilidades de error y los costes de realización de dicha investigación clínica.
Las CROs, los laboratorios farmacéuticos, los centros de investigación y las asociaciones de pacientes, tenemos claro que debemos caminar en esta dirección: facilitar el desarrollo de los proyectos de investigación y recogida de datos, garantizar la seguridad y anonimización de las bases de datos, y reducir las trabas administrativas que todavía encontramos para ganar tiempo en la puesta en marcha de los proyectos. En mis 20 años de trayectoria en el mundo de la investigación clínica he tenido la oportunidad de comprobar cómo nuestro país ha mejorado la calidad y el volumen de los ensayos clínicos, y eso redunda en una mayor riqueza de nuestro PIB, nuevos yacimientos de empleo, y lo que es más importante, en el desarrollo de nuevos fármacos seguros y con menor número de efectos secundarios.
En este lento despertar del letargo veraniego, me permito ser optimista y proyectar un futuro de éxitos para la investigación clínica en nuestro país, porque hemos conseguido pasar del "Que inventen ellos" de D. Miguel de Unamuno, a liderar gran parte de los ensayos clínicos que se desarrollan a nivel mundial.
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